Hoy nos adentramos en el maravilloso mundo de la repostería saludable con una receta que es toda una delicia: ¡los blinis! Seguramente has escuchado hablar de ellos, pero ¿sabes realmente de qué se trata? ¡Ponte cómodo y acompáñame en este viaje culinario donde descubriremos todos los secretos de estos irresistibles bocados rusos!
Orígenes de los Blinis: una tradición con historia
Los blinis tienen su origen en la cocina rusa, donde son considerados todo un símbolo de festividad y celebración. Tradicionalmente, se preparan durante el Maslenitsa, una festividad que marca el fin del invierno y la llegada de la primavera. Este evento está lleno de alegría y color, y los blinis son una parte fundamental de las festividades.
Los blinis tienen una larga historia que se remonta a siglos atrás, donde eran consumidos como parte de rituales paganos para dar la bienvenida a la nueva estación. Con el paso del tiempo, se han convertido en un plato emblemático de la cocina rusa y se disfrutan durante todo el año, no solo en ocasiones especiales.
Preparación Tradicional y Acompañamientos Clásicos
La preparación de los blinis es todo un arte, y aunque tradicionalmente se hacían con harina de trigo y se servían con ingredientes más pesados como crema agria, caviar o salmón, hoy en día podemos disfrutar de versiones más ligeras y saludables.
Para preparar unos blinis tradicionales, necesitarás harina de trigo sarraceno, leche vegetal, huevos y levadura. La masa se deja reposar y luego se cocinan en una sartén antiadherente hasta que estén dorados y esponjosos.
A la hora de servirlos, los blinis se acompañan típicamente con crema agria y caviar, aunque también se pueden disfrutar con otros ingredientes como salmón ahumado, pepino, eneldo o incluso champiñones salteados. La combinación de sabores es verdaderamente deliciosa y una experiencia que no te puedes perder.
Unos blinis más saludables
En nuestro caso, vamos a optar por una versión más ligerita y saludable, con permiso de todos mis amigos rusos 😘
Usaremos harina de avena integral para preparar la masa, con lo que, al añadir su fibra, reduciremos el índice glicémico para evitar picos de glucosa en sangre. Estas tortitas se pueden preparar con leche, yogur o crema agria (crême fraiche). Yo he usado yogur natural sin azúcar, que es súper ligerito y les da un sabor muy rico.
Además, como son pequeñitos, podemos controlar muy bien las raciones que consumimos. Eso sí, no vale comerse 20 de golpe, sé que están ricos pero hay que controlarse 😜
Alternativas Dulces: ¡Blinis para el Postre!
A ver Noelia, si tú tienes un blog de postres, ¿qué haces con una receta que se acompaña por ingredientes salados?
Si bien los blinis tradicionales suelen servirse como aperitivo o plato principal, también son una excelente opción para el postre, ya que al final su masa es una masa neutra, como la de una crepe, que se puede hacer dulce o salada. ¡Sí, has oído bien! Los blinis pueden transformarse en deliciosos bocados dulces que harán las delicias de todos los golosos.
Para preparar unos blinis dulces, puedes añadir un poco de endulzante a la masa y acompañarlos con frutas frescas, Nutella casera sin azúcar o incluso chocolate derretido. La versatilidad de los blinis es realmente sorprendente, y esta opción dulce es perfecta para satisfacer tu antojo de algo dulce sin renunciar a la salud.
¡Hora de Cocinar y Disfrutar!
Ahora que conoces un poco más sobre los blinis y su historia, ¡es hora de poner manos a la obra en la cocina y preparar esta deliciosa receta! No importa si los disfrutas como aperitivo, plato principal o postre, los blinis son una opción versátil y saludable que nunca decepciona.
Así que reúne los ingredientes, enciende el fogón y prepárate para sorprender a tus amigos y familiares con estos exquisitos bocados rusos. ¡Que comience la fiesta de los blinis!
Cómo hacer blinis tradicionales (mini tortitas rusas)
Ingredientes
- 125 ml yogur natural sin azúcar
- 1 huevo M/L
- 75 g harina de avena integral
- 8 g levadura en polvo tipo Royal (polvos de hornear)
Elaboración paso a paso
- Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora, y batimos hasta integrarlos.
- Engrasamos una sartén a fuego medio-alto con mantequilla light, y vamos vertiendo la masa en montoncitos pequeños. Yo he usado una cucharilla para ir echándola.
- Cuando los bordes se doren ligeramente, damos la vuelta con una espátula y cocinamos por el otro lado. Al ser pequeños, se hacen en un momentito.
- Servimos con el acompañamiento que más nos guste, ¡y listo!