Precalentamos el horno a 180º y preparamos las cápsulas en el molde. Yo he usado un molde para mini muffins, con 24 cavidades, y me ha dado para una horneada y media (36).
Troceamos 60gr de manzana y hacemos puré con él, hirviendo la manzana en un poco de agua y triturándola cuando esté blandita.
En un bol (yo en el de Kitchenaid), batimos los ingredientes húmedos: la leche, yogur, vainilla, mantequilla fundida y el puré de manzana que acabamos de hacer. Las claras las reservamos en otro bol.
En otro bol, mezclamos todos los ingredientes secos tamizados: las harinas, especias, sal, stevia, bicarbonato y levadura.
Añadimos los ingredientes secos ya mezclados al bol de los húmedos, poco a poco, y vamos mezclando bien hasta que no queden grumos.
Cogemos las claras que teníamos reservadas, las montamos y las añadimos poco a poco a la masa, integrándolas con una lengua de gato y movimientos envolventes, para que no bajen y nos queden unos mini muffins de manzana y canela bien esponjosos.
Añadimos los daditos de manzana, cortados bien pequeñitos, y mezclamos bien. Cuanto más pequeños, mejor se integrarán con la masa, así no notaremos tropezones al masticar pero sí el sabor de manzana.
Repartimos la masa en las capsulitas, llegando a llenarlas casi por completo, a unas 3/4 partes de su capacidad. Quedarán pequeñitos y muy monos.
Horneamos a 180º durante unos 12-14min, hasta que los veamos doraditos o hasta que al clavar un palillo en el medio salga limpio.
Sacamos los mini muffins del molde, los dejamos enfriar sobre una rejilla, ¡y listo!