Troceamos el chocolate en trozos pequeños, lo ponemos en un vaso o cuenco y lo derretimos al microondas, en golpes de 30 segundos. Cuando queden trocitos pequeños, seguimos removiendo sin volver a calentar, hasta que se fundan con el calor residual del resto del chocolate. También lo podemos fundir al baño maría.
Atemperamos el chocolate removiendo sin parar, preferiblemente pasándolo a otro recipiente.
Cuando ya no queme y esté más o menos a temperatura ambiente, preparamos una manga pastelera con una bolsa de plástico y la rellenamos con el chocolate. Hacemos un nudo y cortamos lo que sobra.
Para poder hacer las pepitas, cortamos la punta de la manga con unas tijeras. Cortaremos un trocito muy pequeño, lo justo para que salga el chocolate, ya que así conseguiremos unas pepitas más pequeñas.
Preparamos una bandeja que podamos meter en la nevera y la cubrimos con papel de hornear (papel sulfurizado).
Formamos nuestras pepitas de chocolate sin azúcar apretando la manga con cuidado, haciendo pequeños montoncitos en fila.
Guardamos en la nevera hasta que se solidifiquen por completo (unos 20-30min), y las sacamos del papel rascando con una espátula, con movimientos secos. Si lo hacemos con las manos, podríamos derretirlas o estropear el chocolate.
Las guardamos en un tupper o las usamos en el postre que queramos, ¡y listo!