Empezamos preparando la trufa, ya que necesitamos que esté solida para montar la tarta. En un cazo, calentamos la leche evaporada con el aceite de coco, integramos bien y fundimos el chocolate blanco troceado. Añadimos el coco rallado y lo mezclamos.
Ponemos la mezcla en un molde de 15cm (o más pequeño que el que vayáis a usar), desmontable, con la base forrada con papel de horno, y lo llevamos al congelador. Si queréis decorar con alguna trufita, apartad un poco de esta masa en otro recipiente, para hacerlas después (haremos bolitas y las cubriremos con coco rallado).
Ahora prepararemos la base de nuestra tarta de coco. Picamos las galletas en la trituradora, añadimos el coco y el cacao y trituramos de nuevo. Fundimos el aceite de coco al microondas y lo añadimos a la mezcla, en un bol, junto con 2 cucharadas de agua. Mezclamos con una espátula hasta conseguir una arena más compacta.
Forramos un molde de 18cm de diámetro con papel sulfurizado en la base y acetato en las paredes, vertemos la mezcla de galleta y presionamos para compactarla, repartiéndola bien. Reservamos.
Para hacer el resto de la tarta, empezamos hidratando la gelatina en agua fría. Mientras, calentamos la leche en un cazo. Cuando la leche rompa a hervir, escurrimos la gelatina y la disolvemos en ella hasta que no quede ningún grumito. Apartamos del fuego para que se atempere y reservamos.
Ponemos la leche de coco en un bol y batimos a velocidad alta durante un par de minutos. Agregamos el yogur y seguimos batiendo. Por último, vertemos la leche con gelatina y el edulcorante, y acabamos de batir para que quede todo bien integrado. Aquí ya tendremos el sabor final, así que es importante probar la masa para ajustar el dulzor a nuestro gusto, añadiendo más edulcorante si hiciera falta.
Para montar la tarta, sacamos la mezcla de trufa del congelador, ya sólida, y la colocamos centrada sobre la base de galletas. Vertemos encima la mezcla de coco y llevamos a la nevera durante 6h, o toda la noche.
Desmoldamos con cuidado, decoramos con unas trufitas, ¡y listo!