Preparamos el bizcocho siguiendo las instrucciones de la <a href="https://dulcesdiabeticos.com/receta-de-bizcocho-de-chocolate-sin-azucar/">receta de bizcocho sin azúcar</a>. Antes de añadir las claras montadas (después del paso 3 en esa receta), añadimos el colorante negro, al gusto.
Cuando ya tengamos el bizcocho, lo dejamos reposar sobre una rejilla. Si queréis que la parte superior quede plana, dadle la vuelta sobre el mármol unos minutos, y luego lo ponéis en la rejilla. A mí me gusta esa ligera curvatura, así que no lo he hecho.
Preparamos el relleno con nuestro ingrediente mágico (la calabaza!). Para ello, la cortamos en dados y la hervimos hasta que esté blandita.
La trituramos hasta conseguir un puré fino.
Mientras aún está caliente, añadimos el chocolate troceado y removemos hasta que se funda e integre por completo. Dejamos reposar en la nevera unos 15-20min.
Pasado este tiempo, añadimos el queso bien frío y batimos con las varillas a velocidad alta, hasta que gane consistencia y cremosidad. Ponemos este frosting en una manga pastelera y dejamos reposar 2h en la nevera.
Cortamos el bizcocho en 3, a lo horizontal, para sacar 3 planchas. Ponemos la base sobre un plato, cubrimos con el relleno frío, ponemos otra plancha, relleno, y por último la "tapa" de bizcocho, la parte superior.
Cubrimos toda la tarta con más frosting, tanto por arriba como por los laterales.
Trituramos las galletas junto con un poco de colorante hasta que quede un polvito fino. Si se apelmaza un poco porque el colorante es en gel, puedes extenderlas en una bandeja y dejar secar, u hornearlas unos 3 minutillos para que se sequen. Cubrimos la tarta con este polvillo, por arriba y por los laterales (yo me lo pongo en la mano y hago un poco de presión por los lados).
Dejamos enfriar en la nevera, servimos, ¡y lista!