Encendemos el horno a 170º, para que se vaya calentando, con calor arriba y abajo (sin ventilador).
Separamos las yemas y las claras de los huevos, que tienen que estar a temperatura ambiente. Esto es muy importante, hay que tener los huevos por lo menos 2 horas fuera de la nevera para que monte todo bien.
En un bol, batimos las yemas junto con la stevia o la sucralosa. Batiremos mucho, hasta que las yemas doblen su tamaño (pueden ser 15 minutos perfectamente). Con un robot de cocina <a href="https://amzn.to/2TOoyfG" rel="sponsored">kitcheinaid</a> nos costará menos, sino, prepara el brazo! :-P
Añadimos poco a poco la harina tamizada, en varias veces, integrándola bien con una espátula de silicona.
En un bol aparte, montamos las claras batiendo a velocidad alta con las varillas eléctricas. Insisto, tienen que estar muy bien montadas, que se puedan cortar con un cuchillo ;)
Integramos las claras montadas poco a poco al bol de la harina, haciendo movimientos envolventes con una espátula, para que no bajen. Tómate tu tiempo, que esto es la esponjosidad del bizcocho.
Forramos un molde desmontable de 20cm de diámetro con papel vegetal, para que no se pegue la masa. Vertemos la masa con cuidado.
Horneamos a 170º unos 35min, con calor arriba y abajo. El tiempo depende un poco de cada horno, para saber si ya está le clavaremos un palillo largo en el centro, y si sale limpio significa que ya lo tenemos.
Dejamos atemperar unos minutos, desmoldamos con cuidado, y lo dejamos enfriar por completo encima de una rejilla. Si se abomba, lo podemos dejar enfriar del revés, para que se aplane.
¡Y listo para usar!