Separamos las claras de las yemas en dos bols, y montamos las claras a punto de nieve junto con la stevia (o sucralosa, lo que le pongas).
Batimos las yemas en el bol que teníamos aparte (si quieres añadir algo de vainilla, ¡ahora es el momento!), y las agregamos a las claras con una espátula y movimientos envolventes, para que no se bajen. Es muy importante que hagamos bien estos movimientos para conseguir que la masa quede bien esponjosa.
Vamos añadiendo la harina poco a poco, tamizándola e integrándola con los movimientos envolventes que os comentaba.
Una vez tengamos una masa fina y homogénea, la colocamos en una manga con boquilla redonda.
Cubrimos la bandeja del horno con papel de horno (papel manteca) y vamos formando los bizcochos de soletilla, haciendo como churritos de unos 10cm de largo (o como más os gusten).
Cubrimos con azúcar glass sin azúcar, un par de veces. Horneamos unos 10min a 180º, con el horno previamente precalentado. Como se tarda poco en preparar, puedes ir encendiéndolo cuando empieces.
Dejamos enfriar sobre una rejilla, ¡y listos! Ya puedes comerlos o usarlos en el postre que más te guste :)