Encendemos el horno a 180º para que se vaya precalentando.
Preparamos la base de los cupcakes. Para ello, mezclamos en un bol la yema del huevo (reservamos la clara en otro recipiente) junto con la mantequilla fundida, la vainilla, el aceite y la stevia, batiendo bien.
Añadimos la levadura, la harina y una pizca de sal, y volvemos a mezclar.
Montamos la clara y la añadimos a la mezcla con movimientos envolventes para que no se baje.
Repartimos la mezcla entre 6 moldes para cupcakes o magdalenas, con el papelito puesto para que se horneen ahí.
Horneamos los cupcakes durante unos 12-15min, hasta que los veamos dorados. Reservamos.
Mientras los cupcakes se enfrían, preparamos el frosting. Mezclamos en un bol el queso philadelphia frío junto con la mantequilla en pomada a temperatura ambiente, la stevia y la vainilla, hasta que consigamos una pasta homogénea, bien mezclada.
Ponemos el frosting en una manga pastelera con la boquilla que más os guste, y lo ponemos sobre los cupcakes haciendo círculos desde el centro del cupcake hacia fuera, presionando la manga con cuidado. Si se rompe el frosting o quedan huecos no te preocupes, pones un poquito más encima y ya está (a mí me ha pasado, en el vídeo puedes ver cómo lo arreglo).
Decoramos con unos fideos de colores, ¡y listo!