Hoy os traigo una receta perfecta para el verano: un helado de arándanos y queso cottage, sin azúcar añadido, fácil de hacer y con una textura súper cremosa. Solo lleva dos ingredientes y queda tan sabroso como bonito, con ese color morado tan intenso que aportan los arándanos.
Este helado es ideal para quienes buscáis una opción saludable y con bajo impacto glucémico. Es rico en proteínas, muy bajo en carbohidratos y con un sabor natural que no necesita mucho más. Podéis endulzarlo ligeramente si queréis, aunque a mí me gusta así tal cual, para que se note bien el contraste entre el dulzor suave de la fruta y la cremosidad del queso cottage.
Helado de arándanos y queso cottage: ligero, cremoso y sin azúcar
Es rematadamente fácil de hacer. Pero rematadamente. ¡Y lo tendrás listo en 2 minutos REALES! Tardas más en limpiar la picadora, que en hacerte el helado 🤣
Es la opción ideal para cuando quieres refrescarte sin liarte mucho. Eso sí, necesitas tener los arándanos congelados de antemano (puedes comprarlos congelados, o congelarlos tú, ambas opciones sirven). Así, cuando lo tritures todo ya tendrá esa textura de helado cremoso y fresquito.
Si quieres poder hacer bolas, mételo en un tupper, congela 3 horas y deja atemperar unos minutos antes de ir a servirlo.
Sólo dos ingredientes… ¡y muchas posibilidades!
Para preparar este helado solo vais a necesitar queso cottage y arándanos, nada más. La clave está en triturar bien la mezcla hasta que quede fina y homogénea, y después congelarla. Si usáis los arándanos congelados, tendréis una especie de helado soft al momento. Y si lo dejáis en el congelador, tendréis un helado más firme al cabo de unas horas.
La receta también admite variaciones: podéis usar frambuesas, moras o fresas si os gustan más, siempre en forma de puré. Si queréis un resultado fino y cremoso, os recomiendo colar el puré para evitar pepitas. Pero si no os molestan, mejor todavía: más fibra, menos desperdicio y más rápido.
El queso cottage como base proteica y ligera
El queso cottage es un ingrediente que me encanta usar en recetas dulces por su textura suave, su sabor neutro y su alto contenido en proteínas. Es perfecto para hacer postres más saciantes sin recurrir a natas o quesos más grasos, y además tiene muy poquita grasa, lo que hace que el helado quede más ligero.
Otra ventaja es que se mezcla muy bien con frutas, así que podéis preparar este helado incluso con un tenedor o una batidora sencilla. Si preferís una textura aún más lisa, pasadlo todo por un colador o un procesador potente. ¡Queda increíble!
Un helado de arándanos saludable y sin azúcar, ideal para cuidaros
Este helado no lleva azúcar añadido ni harinas, y su carga glucémica es muy bajita. Los arándanos tienen un índice glucémico bajo y además están llenos de antioxidantes y vitamina C. Si usáis otras frutas del bosque, los valores nutricionales cambiarán ligeramente, pero seguirán siendo una opción muy adecuada para personas con diabetes o quienes queréis evitar los azúcares libres.
Una ración de 60g aporta 0.3R HC
Podéis tomarlo como postre, como merienda fresquita o incluso como tentempié proteico en días de calor. Y si queréis darle un toque especial, añadid unos trocitos de chocolate negro, unas nueces picadas o un chorrito de yogur griego por encima.

Helado de arándanos y queso cottage saludable
Ingredientes
- 400 g queso cottage
- 150 g arándanos congelados
Elaboración paso a paso
- Tritura todo hasta conseguir una mezcla fina y cremosa. Sirve al momento, ¡y listo!
Información Nutricional
Ya sé que comerá mi padre de postre hoy
Me alegro de que te haya justado, Antonio ♥